El arte del oficio.
Peter Fink realiza, a partir de la arcilla, piezas caracterizadas por un lenguaje formal y de gran sobriedad. Resultando, a la vez, sencillas y expresivas. No hay nada superfluo en sus platos, copas y jarrones. En este nuevo trabajo, ningún esmalte cubre la arcilla pulida. Es después de un laborioso acabado para obtener una superficie fina y sutil, cuando cada pieza mantiene su carácter único.
La materia en metamorfosis.
En tres fases de cocción, la arcilla se transforma en ejemplares únicos, siendo a la vez objetos de arte y objetos utilitarios.
Bizcocho, cocción de esmalte y cocción de decoración. Cada una es una prueba de fuego que lleva a la materia hasta el límite. Si la pieza lo resiste, ganará en perfección y belleza.
La forma en toda su pureza.
La simplicidad de las formas se mejoran con una decoración sutil y ligeramente estructurada. Peter Fink aporta el realce de los metales precisos en contraste con el material original. El oro amarillo y el platino líquido se aplican a mano con un pincel después de la segunda cocción.
Los colores brillantes.
Los colores provienen del propio material. Rojo oscuro, marrón-negro y beige arena. Cada proceso da una nueva intensidad. Y durante la última cocción, cuando el fuego hace brillar el oro, cada pieza adquiere su aspecto final.